Te marchas de una entidad histórica en la que su gente tiene memoria con aquellas personas que defienden la camiseta que amamos.
Nos dejas buenos momentos futbolísticos, con grandes detalles que dicen mucho de tu buen fútbol y profesionalidad.
Pero, lo que sin duda nos ha marcado, ha sido tu carisma, tu compromiso con el escudo que nos representa y por ende, tu buena sintonía y respeto por la afición.
No todos/as los/as futbolistas entienden tan bien la necesidad de cuidar y acrecentar el nexo entre equipo y afición, cosa que entendiste a la primera, pese a llevar poco tiempo en el club.
Todo un ejemplo de superación, lidiando con una dura lesión al tiempo que contemplabas como tu equipo se hundía en el abismo del descenso.
Pero ahí estuviste, apoyando y no dejando solas a tus compañeras, así como a todas aquellas personas que desde el primer minuto no dejamos de creer en vosotras.
Te deseamos lo mejor, en lo profesional y en lo personal.
Aquí siempre te recibiremos con los brazos abiertos.
Tu familia; Juvenil 1991
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