Levantarse con fuerza

De nuevo, un viernes más al que tenemos que asistir a pesar de los compromisos laborales/familiares para demostrar el compromiso y amor por unos colores. La jornada se presentaba ilusionante, tras tres partidos seguidos consiguiendo la victoria, el ambiente que se respiraba estaba lleno de positivismo - incluso algunos lo llevaban al extremo de pensar en hitos mayores -.

Con la baja de Piatti entre ceja y ceja, el equipo pareció no acabar de arrancar, le faltaba esa chispa que en partidos anteriores ya daba síntomas de que se iba a ir a por todas. Varias jugadas aisladas en la primera parte ante un juego de los visitantes que demostraba seriedad y que nos encontrábamos ante un equipo que quiere luchar por posiciones europeas.

Ante el despropósito, en ocasiones, de la defensa los visitantes se imponían en el marcador y nos emplazaban a tener que marcar dos goles para revertir la situación y continuar con la racha de victorias que arrastrábamos.

Tras intentarlo en varias ocasiones, al fin conseguíamos el empate con gol de Hernán Pérez y su máscara que cerraba un primer tiempo en el que la igualdad sobre el terreno de juego se hacía patente.

El Estadio andaba algo frío, pues no las tenía todas consigo aunque nuestra dinámica fue la de animar y animar, empujando al equipo para conseguir los 3 puntos que nos acercaran más a los puestos europeos. Una entidad como la nuestra merece, sin duda alguna, luchar por los primeros puestos de la tabla.

Ya en la segunda parte, los donostiarras mostraban con varios disparos lejanos su intención de truncar nuestra racha y en uno de esos chuts de gran potencia, lograron batir a Diego López, encajando así el 1-2. Nada pudimos hacer, la actitud del equipo no fue la suficiente para, ni que fuera, empatar de nuevo un encuentro que los visitantes se llevaron a San Sebastián.

Es una carrera muy larga, y tenemos que tocar con los pies en el suelo. Ni cuando ganamos consecutivamente somos los mejores, ni cuando perdemos somos los peores. Hay que hacer autocrítica, y aprender de los errores. Tenemos equipo, y tenemos ganas, constancia y una afición que debe entregarse más lograremos grandes objetivos.

Somos pericos, únicos e irrepetibles. Por eso, y por los más de 100 años que llevamos a las espaldas, vamos a levantarnos de nuevo y vamos a ir a por todas.